El smartphone más caro del mundo

En esta oportunidad quisiera compartir con ustedes una información que encontre hoy haciendo lo que más me gusta hacer, que es recorrer la web basicamente. Puede que muchos no estén de acuerdo con la siguiente noticia, y lo consideren un extremo signo de opulencia y ostentación. Puede que a otros le sorprensa de manera positiva y aspiren incluso a tener uno si algún día la vida les da la posibilidad. Por mi parte, prefiero quedarme neutral, pero me pareció algo interesante para compartir.

El smartphone más caro del planeta

Hace pocos días, un joyero inglés customizó de arriba a abajo un iPhone 5 transformandolo en el celular más caro en el planeta tierra. ¿Qué le habrá hecho? Se preguntarán todos. Bueno, basicamente, le incrustó una enorme cantidad de diamantes valuados en fortunas. No solo lo bañó con diamantes sino que incluyó en el mismo algunos apliques de piedras preciosas.

Ahora bien, vayamos al punto más importante. ¿Cuánto costó este telefono? Está valuado en 11 millones de euros. ¿Quién en su sano juicio gastaría 11 millones de euros en un simple celular? Vale destacar que un iPhone 5 en Europa debe estar valiendo algo de 200 euros. Definitivamente, estos gastos son dignos de alguien a quién el dinero no parece faltarle en absoluto.

Información extra

El trabajo le llevó al joyero un total de 9 meses, siendo un trabajo totalmente artesanal sobre este iPhone 5. La carcasa externa de este iPhone 5 está hecha de oro de 24 quilates, mientras que el botón de inicio se compone de 26 quilates de diamante negro. Tanto el logotipo de Apple como los bordes del terminal están construidos con diamantes blancos. El terminal tiene incrustados 600 piedras precisas de las cuales sólo 53 se encuentran en el logotipo de la manzana.

Con el transcurso de los días, esta noticia levantó una polémica muy importante a nivel mundial. ¿Realmente es necesario semejante ostentación? Si bien uno tiene derecho a gastar su dinero a gusto, parece una exageración y una enorme muestra de ostentación cargar por la vida un teléfono de esta índole.